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No lo esperaba, de verdad que no. Sigo a estos daneses prácticamente desde su primer trabajo –The Strength/The Sound/The Songs, de 2006- y se les veía venir como un gran grupo, creadores de un original sonido (¡Elvis Metal!) donde se dan la mano varios estilos: Metal, rock’n’roll, pop, punk, country… rematado por la espectacular voz de Michael Polsen, quien, para hacernos una idea, sería algo así como si juntáramos en una Termomix a Elvis, Chriss Isaac y James Hetfield de Metallica. Toda una experiencia oírle cantar.
Pues eso, que a pesar de que veía en esta banda hechuras de triunfadores natos, para nada esperaba yo que se marcaran un bombazo de disco como este Beyond Hell/Above Heaven (de nuevo fragmentando el título del disco, en lo que parece ser marca de la casa). Todo lo más, imaginaba una nueva colección de poderosos temas, entre los que destacarían grandiosos ejercicios de metal-pop (si es que tal cosa existe) como Radio Girl, lastimeros himnos del estilo de The Garden’s Tale o simples trallazos un tanto atropellados a lo Rebel Monster. En su lugar, Volbeat han clavado un disco repleto de canciones absolutamente geniales y con una variedad de estilos que harán las delicias de aquellos con gustos musicales tirando a eclécticos. Eso sí, no nos engañemos, en un disco de Volbeat lo que predomina es un sonido metálico potente y machote, de chúpate ese riff seco y contudente.
Dentro de esa fundamental premisa, los temas de Beyond Hell... están veteados de estilos que incluyen el rock’n’roll clásico de 16 Dollars; el country de 7 Shots o de Being 1 o el pop de Heaven nor Hell o A New Day. Incluso hay una incursión en una suerte de death metal, con voz gutural y todo –Evelyn- y un guiño al heavy metal de corte más clásico en A Warrior’s Call, con homenaje a un famoso boxeador danés incluido. Muy atentos ellos, cierran a lo grande con un fino detalle de cara a la peña –Thanks-, un magnífico himno de corte punk en el que agradecen a sus fans todo el apoyo de estos años, en los que la banda ha crecido hasta situarse en la senda de convertirse en uno de los grandes de Europa, si no lo es ya.
Y ahí va algún vídeo de esta especie de Dinamita pa los pollos endurecidos. Para la ocasión, he elegido -a pesar de los típicos y fastidiosos cortes- el de Fallen, baladón tremendo y desgarrado, tributo del autor a su padre fallecido, y 16 Dollars, que viene como anillo al dedo para mostrar la faceta más rockabilly del grupo.
No lo esperaba, de verdad que no. Sigo a estos daneses prácticamente desde su primer trabajo –The Strength/The Sound/The Songs, de 2006- y se les veía venir como un gran grupo, creadores de un original sonido (¡Elvis Metal!) donde se dan la mano varios estilos: Metal, rock’n’roll, pop, punk, country… rematado por la espectacular voz de Michael Polsen, quien, para hacernos una idea, sería algo así como si juntáramos en una Termomix a Elvis, Chriss Isaac y James Hetfield de Metallica. Toda una experiencia oírle cantar.
Pues eso, que a pesar de que veía en esta banda hechuras de triunfadores natos, para nada esperaba yo que se marcaran un bombazo de disco como este Beyond Hell/Above Heaven (de nuevo fragmentando el título del disco, en lo que parece ser marca de la casa). Todo lo más, imaginaba una nueva colección de poderosos temas, entre los que destacarían grandiosos ejercicios de metal-pop (si es que tal cosa existe) como Radio Girl, lastimeros himnos del estilo de The Garden’s Tale o simples trallazos un tanto atropellados a lo Rebel Monster. En su lugar, Volbeat han clavado un disco repleto de canciones absolutamente geniales y con una variedad de estilos que harán las delicias de aquellos con gustos musicales tirando a eclécticos. Eso sí, no nos engañemos, en un disco de Volbeat lo que predomina es un sonido metálico potente y machote, de chúpate ese riff seco y contudente.
Dentro de esa fundamental premisa, los temas de Beyond Hell... están veteados de estilos que incluyen el rock’n’roll clásico de 16 Dollars; el country de 7 Shots o de Being 1 o el pop de Heaven nor Hell o A New Day. Incluso hay una incursión en una suerte de death metal, con voz gutural y todo –Evelyn- y un guiño al heavy metal de corte más clásico en A Warrior’s Call, con homenaje a un famoso boxeador danés incluido. Muy atentos ellos, cierran a lo grande con un fino detalle de cara a la peña –Thanks-, un magnífico himno de corte punk en el que agradecen a sus fans todo el apoyo de estos años, en los que la banda ha crecido hasta situarse en la senda de convertirse en uno de los grandes de Europa, si no lo es ya.
Y ahí va algún vídeo de esta especie de Dinamita pa los pollos endurecidos. Para la ocasión, he elegido -a pesar de los típicos y fastidiosos cortes- el de Fallen, baladón tremendo y desgarrado, tributo del autor a su padre fallecido, y 16 Dollars, que viene como anillo al dedo para mostrar la faceta más rockabilly del grupo.
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